¿Llega el fin de los patinetes eléctricos en el transporte público?

Los patinetes eléctricos se han erigido como una de las nuevas formas emergentes de movilidad urbana en España. Cada vez son más las personas que eligen esta opción para desplazarse por las ciudades, bien de forma independiente o combinándola con el transporte público.

Algo que ha terminado siendo un inconveniente y ha provocado algún accidente, como la explosión de un patinete eléctrico en Cataluña el pasado 17 de noviembre.

Por esta y otras razones, el consejo de administración de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) ha decidido que, desde este 1 de febrero y por un periodo de seis meses, en Barcelona no se podrá acceder a los vehículos ni a las instalaciones del transporte público con patinete o monociclo eléctrico.

Proteger a los usuarios de los patinetes eléctricos

Con la norma, predomina el principio de seguridad preventiva en cuanto a la protección de las personas usuarias, del personal que trabaja en el servicio de transporte público y sus instalaciones. Así lo ha informado la ATM en su página web.

Hasta que no se concluya en qué condiciones se garantiza la seguridad de estos vehículos de movilidad personal, se opta por no permitir su acceso.

La prohibición temporal incluye que tampoco se podrá introducir patinetes o monociclos eléctricos plegados a las instalaciones y vehículos. Además, se indicará con una señal.

Durante este periodo, se impulsará la habilitación de plazas de aparcamiento de patinetes en las estaciones ferroviarias e intercambiadores de bus. Así, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ya ha anunciado la adaptación de los Bicibox para los patinetes eléctricos y asimismo se impulsará que los aparcamientos de enlace ofrezcan esta prestación. El incumplimiento de esta medida supondrá una multa de 200 euros.