De gasolina, pero híbrido y enchufable. Puede recorrer hasta 63 kilómetros con las baterías y seguir después con el motor de gasolina para viajar. Se llama Ioniq Plug-in y es el tercer pétalo del trébol ecológico que ofrece Hyundai con este modelo, que cuenta ya con una versión híbrida (HV), otra eléctrica (EV) y esta última híbrida enchufable (PHEV) que acaba de salir. Se vende desde 35.000 euros, que se quedan en 27.450 con las ayudas del plan MOVEA y entregando un coche para achatarramiento.
El Ioniq Plug-in o híbrido enchufable combina un motor 1.6 de gasolina con 105 CV y otro eléctrico de 60 CV que suman 141 CV en total (no entregan la potencia máxima a la vez). Y van acoplados a una caja de cambios automática de seis marchas y doble embrague accionable desde el volante que le distingue de los híbridos japoneses. Añade además unas baterías de 8,9 kWh que le permiten recorrer hasta 63 kilómetros con electricidad según la marca, logrando un consumo medio oficial de 1,1 litros y unas emisiones récord de solo 26 g/km de CO2 en los primeros 100 kilómetros.
En la práctica y con una conducción normal, la autonomía en modo eléctrico puede reducirse en torno a un 30%, pero, aun así, el kilometraje será suficiente para cubrir los trayectos diarios de muchos usuarios urbanitas. Y aparte de no tener que pasar por la gasolinera, al menos durante la semana, el Ioniq Plug-in cumple también como coche único de la casa, porque aunque el motor de gasolina no destaca por su poderío, es suficiente para afrontar los viajes: acelera de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y alcanza 178 km/h, gracias en parte a una aerodinámica récord en eficiencia (CX: 0,24). Asimismo, sus propietarios estarán exentos de limitaciones para circular por el centro de las ciudades en períodos de alerta medioambiental.
Por lo demás, el Ioniq Plug-in es un coche familiar de 4,47 metros de largo, cinco plazas y un maletero de 443 litros ampliables a 1.505 plegando los respaldos traseros. En ciudad responde bien, destaca por su suavidad y tiene un comportamiento dinámico y unos frenos correctos, que además, ayudan a recuperar las baterías. Y se recarga al 100% en dos horas y cuarto con un poste de carga y en unas cuatro horas y media en un enchufe doméstico convencional.
El nuevo Ioniq se ofrece con dos acabados, ambos con un completo equipo de serie, sobre todo en seguridad. El Tecno cuesta 35.000 euros (desde 27.450 con todas las ayudas) y viene ya con siete airbags, alerta de cambio de carril, navegador con pantalla táctil, climatizador, sensores traseros de aparcamiento con cámara, climatizador, faros led y acceso sin llave, entre otros detalles. El Style cuesta 3.000 euros más (desde 38.000 y 30.450) y añade tapicería de cuero, sensores delanteros de aparcamiento, asientos calefactados y ventilados, y otros sistemas de seguridad. Pero todos tienen cinco años de garantía que se amplían a ocho años o 200.000 kilómetros en el caso de las baterías.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram