Si hay un modelo que supuso la democratización de la conducción en España ese fue el Seat 600. El Pelotilla (o Seílla) fue el primer coche que muchas familias pudieron permitirse, toda una revolución cuando nació allá por 1957. Ahora, 60 años después, la marca le rinde homenaje con el Seat 600 BMS.
El prototipo, que se presentará en el Automobile Barcelona (hasta ahora conocido como Salón Internacional del Automóvil de Barcelona), está basado en la variante 600D del utilitario, lo que implica una carrocería semidescapotable con un techo de lona practicable que se retrae hacia atrás.
Seat ha querido mantenerse lo más fiel posible al original, lo que garantiza su icónica imagen gracias a los pequeños faros redondos, las llantas con tapacubos cromados y las puertas de apertura ‘suicida’. Además, para darle más empaque visual se ha optado por montarle neumáticos con el perfil blanco y por una pintura gris metalizada para la carrocería. Para ver imágenes del interior habrá que esperar hasta el evento catalán.
La mala noticia para los enamorados de lo retro es que por el momento el fabricante español no ve en él más que un ejercicio de diseño y no hay intención de producirlo.
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