Es solo el prototipo que adelanta la versión de producción que se estima llegará a finales de este año o a principios del que viene, pero una cambio tan importante respecto a su predecesor, parece claro que se trasladará al modelo de calle final: adiós a la puerta de apertura lateral tipo ‘suicida’ del Mini Clubman.
Es raro que la marca decida prescindir del principal rasgo diferenciador del modelo, quizá las críticas de los países en los que se conduce por la izquierda, en los que la tercera puerta lateral daba al lado de la carretera, hayan tenido que ver algo. Sea como fuere, Mini ha apostado por el cambio, que convierte al Clubman en un cinco puertas, aunque técnicamente sean seis, contando que el portón trasero se divide en dos.
El diseño es muy similar al del F56, con la diferencia de ser más largo, presentar una salida de aire tras las aletas delanteras y lucir unos pilotos traseros distintos, más estrechos y anchos. Además, crece respecto a su predecesor: 4.223 mm de largo (+260 mm), 1.844 mm de ancho (+170 mm) y 1.450 mm de alto (+25 mm), manteniéndose como el modelo más grande de la gama, solo superado en altura por el Countryman.
Si el exterior es bastante convencional, en el habitáculo los diseñadores han creado algo más alejado de lo que veremos en la versión de producción. El estilizado salpicadero combina partes forradas en cuero con aluminio e incluso una zona iluminada en tono rojo, el volante combina piel y Alcántara azul, material también presente en los asientos; y la consola central está formada por una enorme esfera, en la línea típica de los Mini.
El Mini Clubman Concept se presentará a nivel mundial la próxima semana en el Salón de Ginebra.
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