La nueva generación del Toyota Land Cruiser representa un enorme paso adelante respecto a la precedente en todos los sentidos. Mantiene una mecánica diésel sin ningún tipo de electrificación, pero en todo lo demás el esperado 250 supera con creces las referencias anteriores, convirtiéndose así en el todoterreno puro de referencia en el mercado.
Combina unas cualidades dinámicas en carretera propias de un SUV de grandes dimensiones con unas capacidades extraordinarias fuera del asfalto. Eso sí, la tarifa de la gama también se encuentra a otro nivel.
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