Aunque cada uno va por su lado, hay puntos en los que peatones, vehículos y bicicletas coinciden. En estos escenarios hay que extremar las precauciones porque, de lo contrario, el resultado pueden ser accidentes graves o mortales.
Hay un camino en España que es transitado por cientos de miles de peatones año tras año y que contiene tramos en los que el riesgo de atropello aumenta. Se trata del Camino de Santiago, que este año ya han recorrido casi 430.000 peregrinos.
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El Camino de Santiago se recorre a pie o en bicicleta. Aunque hay senderos peatonales, apartados de la carretera, existen otras zonas de cruce y camino que trascurren pararelas a las carreteras. Para evitar accidentes y mantener la seguridad de los peregrinos, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Xunta de Galicia han decidido crear sendas alternativas en los tramos más peligrosos del Camino de Santiago.
El presupuesto destinado a esta operación llega a los 40 millones de euros. El análisis de riesgos ha evaluado 7.260 kilómetros de rutas, que comprenden:
- El Camino Francés.
- El Camino Vía de la Plata.
- El Camino del Norte.
- El Camino del Delta del Ebro.
- El Camino Catalán.
- El Camino Sant Jaume.
- El Camino Portugués.
- El Camino de Madrid.
- El Camino Inglés.
- El Camino de Fisterra Muxia.
- El Camino de Invierno.
- El Camino Primitivo.
Una web de la DGT para los peregrinos
Uno de los primeros puntos en los que se actuará será A Sionlla, en Santiago, para evitar que los peregrinos tengan que circular por la N-550. Otras zonas serán Abegondo o Caldas de Reis y se espera que a partir de este mes ya empiecen los trabajos.
La DGT también pone a disposición de los peregrinos una web con diferentes informaciones para que el Camino de Santiago sea un recorrido seguro. Entre ellas, por su puesto, recuerda los consejos básicos y las normas para circular por carreteras y arcenes, así como los elementos de seguridad que hay que llevar. Entre ellos, ropa o complementos reflectantes para la noche.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.