La tecnología de conducción autónoma se puede aplicar a todo tipo de vehículos y, aunque en primera instancia sea la rama de taxis y transporte la más explorada, también se puede aplicar a funciones a priori no tan intuitivas. Un ejemplo de ello es, por ejemplo, los coches de policía. ¿Tiene sentido que un vehículo pensado para esta labor no tenga agentes dentro?
El condado de Miami-Dade acaba de presentar el primer coche autónomo de policía, llamado Police Unmanned Ground Patrol Partner o, a modo de mote, PUG.
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En su puesta de largo los usuarios de las redes sociales no han tardado en señalar que un coche de policía sin agentes, en realidad, es un coche sin más, pero desde el cuerpo del sheriff y desde Policing Lab, compañía que lo ha desarrollado, explican que usar este tipo de vehículos servirá para que se perciba una mayor presencia policial, además de que pueden encargarse de tareas repetitivas, permitiendo que los policías se dediquen a otros menesteres.
El vehículo es fácilmente reconocible porque está basado en el Ford Police Interceptor Utility y luce grafías que le identifican como un coche patrulla, pero en el lateral deja claro que es un vehículo autónomo. La tecnología proviene de Perrone Robotics quien no ha detallado mucho de qué sistemas dispone, pero si puede conducirse por su cuenta en áreas urbanas tiene que tener al menos un nivel 4.
Las funciones de PUG
Además de poder conducirse por su cuenta, PUG dispone de una larga lista de funcionalidades:
- Streaming en vivo de lo que captan sus cámaras
- Cámaras de visión de 360 grados con imágenes térmicas
- Análisis biométrico para la identificación de personas
- Lectura de matrículas para la identificación de vehículos
- Micrófonos y altavoces para poder hablar con los ciudadanos
- Plataforma de lanzamiento de drones para proporcionar cobertura aérea cuando sea necesario
- Elaboración de rutas de patrulla creadas con inteligencia artificial para cubrir las zonas en las que hay mayores datos de criminalidad
El principio se va a llevar a cabo un programa piloto que tendrá una duración de un año, para evaluar el rendimiento de PUG. Entre las áreas que se evaluarán estarán su capacidad de disuasión de delitos, si se consiguen tiempos de respuesta más rápidos o si se logra una mayor seguridad para los agentes, entre otras.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.