Si el éxito del Insignia ha sido un balón de oxígeno en el momento más crítico de la historia Opel, la llegada del nuevo Astra, que supone un tercio de sus ventas en Europa, será clave para asegurar la supervivencia. La última entrega de este familiar compacto, rival de los Peugeot 308, Ford Focus y otros, saldrá en diciembre con precios desde 15.700 euros. Pero aparte de unas tarifas ajustadas, reúne otras virtudes para triunfar, como una línea moderna, un interior atractivo y tecnologías innovadoras reservadas a coches más grandes. Todas serán necesarias para cumplir el objetivo de vender 500.000 unidades al año.
El Astra sustituyó en 1991 al Kadett, el primer compacto de Opel, que se lanzó en 1986. El modelo que llega ahora es la cuarta generación y crece mucho en tamaño: 4,42 metros de largo, 17 centímetros más que el actual. La línea recoge detalles de estilo del Insignia y adopta una silueta con la cintura alta y el techo en arco, inspirada en los cupés. La vista lateral recuerda mucho al Seat León, sobre todo la tercera ventanilla, y tiene una zaga corta que disimula bien el portón de carga. El resultado es un familiar de cinco puertas con un rostro atractivo que transmite solidez y una línea moderna y equilibrada que mima también la aerodinámica (CX: 0.31). Este detalle reduce el consumo y compensa el aumento de peso -100 kilos- que provoca su mayor tamaño.
En el interior destaca el diseño moderno y cuidado del salpicadero, que integra una instrumentación vistosa y una consola central bien resuelta. Pero lo importante es que transmite calidad y sobre todo refleja el mayor tamaño del coche con unas plazas delanteras espaciosas y unas traseras correctas en anchura y espacio para las piernas. Y añade uno de los maleteros más grandes entre sus rivales, 370 litros, que llegan a 795 plegando los respaldos.
El Astra tendrá de entrada cuatro motores, pero sólo hay precio de la versión básica de gasolina, un 1.4 de 100 CV (5,5 litros y 129 g/km de C02) que cuesta 15.700 euros. Le siguen el 1.6 de 115 CV (6,3 y 147 g/km) y las versiones turbo de ambos motores: 1.4T de 140 CV (5,9 y 139 g/km) y 1.6T de 180 CV (6,8 y 159 g/km). Además, hay dos turbodiésel: 1.7 de 110 CV (4,7 litros y 124 g/km) y 2.0 de 160 CV (4,9 y 129 g/km). Todos llevan cambio manual de seis marchas, menos los 1.4 y 1.6, que tienen cinco, y hay un automático opcional de seis velocidades para los motores de gasolina, salvo el 1.4. En abril llegará un 1.3 CDTi de 95 CV (4,2 litros y 109 g/km) y más adelante las versiones tres puertas, familiar e incluso cabrio.
Toda la gama incluye de serie un buen equipo de seguridad: seis airbags, ABS, reposacabezas activos y control de estabilidad ESP. Entre las opciones se ofrecen sofisticaciones tecnológicas como la suspensión inteligente FlexRide, con tres programas de uso, los faros bixenon AFL+ que giran en las curvas y pasan solos de cortas a largas, o el Opel Eye, que lee las señales de tráfico.
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