El mercado de piezas de segunda mano puede ser, a veces, un nido de serpientes. Abundan los anuncios de recambios que parecen sospechosos y los conductores que caen en estas estafas. Eso sí, existen algunos trucos infalibles para detectarlas y evitarlas.
Los estafadores rastrean la red (foros, plataformas de compraventa, redes sociales…) en busca de víctimas. Sus estafas no suelen ser generales: actúan de manera individual, a través de mensajes privados, o captando posibles clientes en grupos y comunidades de coches concretos.
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Piezas de desguace
Cuando alguien ofrece piezas de desguace, hay algunas pistas muy útiles para identificar si se trata de una posible estafa. Normalmente, los comentarios están desactivados y cuando no es así, proceden de sus propias cuentas o de cuentas falsas.
Los anuncios no suelen especificar la ubicación del desguace y no suelen detallar qué partes o piezas están disponibles. Las fotografías son fundamentales: hay que comprobar si han sido robadas.
Una matrícula oculta es un posible indicio: lo mismo sucede con las imágenes protagonizadas por un vehículo ligeramente dañado. ¿La razón? En ese estado, para el desguace es más sencillo arreglarlo y sacarle un mayor beneficio.
Hay, también, herramientas para saber si las fotos son falsas. Tineye es una de ellas: se trata de un motor de búsqueda inversa, que, a partir de una imagen, indaga si existen coincidencias en la red.
Piezas demasiado baratas
Una pieza de alta demanda por debajo del precio habitual en el mercado ya constituye una alerta en sí. Normalmente, los estafadores buscan a sus posibles víctimas en los comentarios de una publicación para, después, continuar con mensajes privados.
Estas cuentas están llenas de pistas: nombres mal escritos, pocas fotos, pocos amigos… Cuando se hacen pasar por un minorista o un desguace, compran seguidores falsos: en este caso hay que fijarse en el historial de publicaciones, en las interacciones o en información de contacto como, por ejemplo, una dirección.
Piezas para coches especiales
La mayoría de los coches que están en los desguaces reales son modelos generalistas: los vehículos con características especiales son un rara avis en estos escenarios. Razón por la que la venta de piezas para ellos es sospechosa.
Existen negocios centrados en este tipo de modelos, pero son escasos y, normalmente, son bastante conocidos entre los aficionados al mundo del motor.
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