Este adorno navideño para el coche parece inofensivo, pero puede acabar en una multa inesperada

En estas fechas, el espíritu navideño está más que extendido. Incluso llega a contagiar a algunos coches, cuyos dueños deciden decorarlos con adornos típicos de la época. Una opción muy festiva que, sin embargo, tiene una cara B: una multa que puede alcanzar varios cientos de euros.

Decorar un coche con cuernos de reno en las ventanillas, una nariz roja en la parrilla frontal y una cola del mismo animal en el portón del maletero es ilegal. ¿La razón? Son elementos que alteran las medidas originales de la carrocería y, siguiendo la normativa, deben contar con su correspondiente homologación para poder circular.

El Manual de Reformas de Vehículos, elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, recopila todas las reformas de importancia que necesitan un proceso de homologación. En resumen, son todos los cambios que añaden o sustituyen piezas capaces de modificar las dimensiones exteriores del vehículo, suponer un riesgo para la seguridad o alterar los datos que figuran en la tarjeta de la ITV.

Cambios en las medidas del coche

Dentro de estas reformas se incluyen las que afectan a la carrocería: tanto sustituciones como instalaciones de elementos que forman parte de ella. En este grupo entra, por ejemplo, la instalación de bolas o enganches para remolque. Y también los cuernos de reno, sobre los que algunos vendedores advierten que no son aptos para circular por autovías ni autopistas.

Si el adorno navideño se limita a un elemento estético exterior que no modifica las medidas del vehículo, no será necesario homologarlo. La normativa, eso sí, especifica que se debe informar tanto a la compañía aseguradora como a la Dirección General de Tráfico (DGT) para evitar problemas.

Multas de hasta 500 euros

Circular con un coche decorado con estos complementos navideños sin homologar está prohibido. Si, a pesar de ello, el conductor decide ponerse al volante con elementos no autorizados, se expone a una sanción que puede llegar a los 500 euros.

Para evitar esta multa, tanto con los cuernos de reno como con cualquier otra reforma importante, la DGT recuerda que la modificación debe realizarse en un taller autorizado. El siguiente paso consiste en acudir a la ITV para revisar los trabajos efectuados en los 15 días posteriores.

Con la nueva ficha técnica del vehículo, donde se reflejarán todos los cambios realizados, el último trámite será solicitar un nuevo permiso de circulación en la jefatura de Tráfico correspondiente.