Hemos visto potenciados coches de todo tipo, estilo y condición; pero si nos hubieran preguntado, no hubiéramos puesto en la lista de candidatos al ‘tuneo’ un Jeep Willys de 1952. Pero hay alguien que sí, y dado que iba a llevar a cabo la preparación, mejor hacerlo bien: fuera motor original, dentro un LSx 4.2 V8; añádele un turbo, dos botellas de óxido nitroso y voilà, ya tienes una pequeña bestia militar de 1.000 CV. Viendo su salida en esta prueba de drag, hay que tener mucho valor para montarlo.
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