El Ford Ecosport no empezó con demasiado buen pie su andadura europea, presentándose en 2014 como una mera adaptación del modelo comercializado en Brasil, por lo que no estuvo a la altura de lo esperado. Sin embargo, Ford reaccionó bastante rápido y en 2015 presentó una versión totalmente remozada, que mejoró su impresión general. Casi tres años después, llega una puesta al día que busca seguir dejando ese mismo buen sabor de boca.
Estéticamente los cambios son escasos. Lo más destacado es la nueva parrilla, que cambia su forma e imita a la de sus hermanos mayores, pero también se incorporan a la gama los acabados bitono para la carrocería y nuevos diseños de llantas de 17 y 18 pulgadas. Como guinda, se suma una versión ST-Line de corte más deportivo, con estética específica y suspensiones más firmes.
Las modificaciones son de mayor importancia en el habitáculo, donde renueva gran cantidad de sus componentes: volante, cuadro de instrumentos, pantalla de la consola central de hasta 8 pulgadas, reposabrazos central deslizante, sistema de infoentretenimiento SYNC 3 compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y un sistema de sonido B&O de 10 altavoces.
También mejora su apartado tecnológico, incorporando faros automáticos, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, volante calefactado, información de punto ciego, control de crucero con limitador de velocidad y control de estabilidad de vuelco.
Su oferta mecánica se amplía con el añadido de una nueva caja de cambios manual de seis velocidades para los ya conocidos gasolina 1.0 EcoBoost de 125 y 140 CV, y con la llegada de un nuevo bloque diesel 1.5 EcoBlue de 125 CV y 300 Nm de par.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.