Acometer cambios es un coche siempre es un asunto peliagudo. Es difícil contentar a todo el mundo, pero cuando se tiene entre manos un auténtico icono, la cosa se complica todavía más. Con ello en mente, la sexta generación del Ford Mustang, la más europeizada hasta la fecha, presenta una nueva actualización.
Tildar de radicales los cambios de imagen que recibe el muscle car quizá sea exagerar, pero sí que son claramente perceptibles. El frontal mantiene su identidad, pero el capó se ha rebajado 20 milímetros (y ha añadido dos salidas de aire), lo que conlleva un rediseño y redistribución de sus elementos: la parrilla es más fina, los pilotos LED adoptan una posición más diagonal y los antiniebla redondos se sustituyen por unas tiras de LED.
En la zaga solo se modifican los faros, que dejan de ser rectos para curvarse ligeramente; las salidas de escape, ahora dobles; y el difusor, de color negro. También puede instalarse un pequeño alerón.
En el habitáculo del Ford Mustang lo más destacado es el cuadro de instrumentos digital opcional, que sustituye los relojes analógicos por una pantalla de 12 pulgadas que ofrece tres modos de visualización diferentes: Normal, Sport y Track.
En Europa no notaremos los cambios en la oferta mecánica, puesto que los dos motores que se comercializaban en el Viejo Continente (2.3 EcoBoost y 5.0 V8) se mantienen, y solo desaparece el 3.7 V6 que se vendía en otros mercados. Ahora bien, el V8 recibe un sistema de inyección directa e indirecta combinado que mejora sus prestaciones (todavía no desveladas) y se puede combinar tanto con un nuevo cambio manual de seis relaciones como con uno automático de 10 marchas.
También se han revisado los amortiguadores, brazos de suspensión y barras estabilizadoras; además, por primera vez se puede elegir como opción los amortiguadores con control magnético, MagneRide.
Como guinda, el Ford Mustang se podrá equipar con numerosos sistemas de seguridad activa como el avisador de cambio de carril involuntario, el asistente de mantenimiento de carril, la alerta precolisión con detector de peatones y el detector de fatiga.
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