El Consejo de Administración del Grupo Renault ha tomado la decisión de suspender con efecto inmediato la actividad en la planta de fabricación de Moscú, en respuesta al conflicto entre Rusia y Ucrania. Del mismo modo, respecto a su participación en Avtovaz, fabricante de Lada además de unidades para Renault, Nissan y Datsun, evaluarán las opciones disponibles teniendo en cuenta el entorno actual. Además, el consejo se ha comprometido a tomar medidas de responsabilidad con sus 45.000 empleados en Rusia.
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La planta de Moscú se puso en funcionamiento en abril de 2005, supuso una inversión de 230 millones de euros, con una capacidad de fabricación inicial de 60.00 unidades anuales. Después, Renault destinó otros 150 millones de euros para aumentar esa cifra hasta los 160.000 vehículos por año.
Renault tiene presencia en Rusia desde 1916, cuando se creó la sociedad anónima Russky Renault en San Petersburgo. Desde mediados de los años 60 mantuvieron colaboraciones con diferentes fabricantes del país, como el de turismo Moskvit o el de camiones Kamaz. Y 1968 iniciaron su actividad comercial en el país abriendo una oficina de representación.
Su expansión continuó con la fundación en 1998 de Avtoframos, una sociedad rusa participada al 50% por Renault y destinada a la producción local de sus vehículos. Ya en 2005 se inauguró la planta de Moscú, en la que inicialmente se produjeron unidades del Dacia Logan para dejar paso al Sandero a partir de 2010.
Al margen de la actividad industrial, el grupo francés comercializa en Rusia modelos como los Renault Clio, Kangoo, Mégane, Scénic, Koleos y Espace, además de los producidos en el país bajo la marca Dacia.
Como consecuencia de esta decisión de abandonar el país en guerra, el Grupo Renault ha revisado sus previsiones financieras para este ejercicio. Reduce su margen operativo al 3%, un punto porcentual menos que el anterior, así como el flujo de caja libre operativo positivo en automoción.
En cuanto a los resultados para el primer trimestre de 2022, se registra un cargo por ajuste que no sea efectivo equivalente al valor contable de los activos intangibles consolidados, propiedad, planta, equipo y crédito mercantil. Al cierre de 2021, este valor ascendía a 2.195 millones de euros.
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