Apenas un mes después de la presentación del FE Fuel Cell Concept en el Salón de Ginebra, Hyundai confirma su apuesta por el camino del hidrógeno: el Genesis GV80 Concept es la aplicación de esa filosofía a su submarca de lujo.
Anunciado todavía como prototipo, lo más probable es que acabe tomando forma de modelo de producción, puesto que el de los todocaminos es un segmento que sigue en alza y que a largo plazo supondría un importante volumen de ventas para el fabricante. Además, desde Genesis han confirmado que su objetivo es plantar cara a competidores ‘premium’ ya establecidos como Audi, BMW y Mercedes.
¿Cuáles son sus argumentos? En primer lugar, una estética que consideran atemporal. Predominan las formas redondeadas que se integran para crear un conjunto bastante dinámico. De la característica parrilla surgen nervios que tensionan tanto el capó como la cintura del modelo, y en la vista lateral ayudan a generar sensación de contundencia las llantas de 23 pulgadas y cinco radios perforados. En la zaga llaman la atención los minimalistas grupos ópticos que, como los delanteros, están formados por dos finas tiras.
El interior no se queda atrás, buscando el equilibrio entre la calidad de los materiales y la tecnología. Así la tapicería es de cuero, el aluminio está muy presente y hay múltiples pantallas, desde el cuadro de instrumentos totalmente digital a las pequeñas situadas en los respaldos de los asientos, pasando por la impresionante OLED curvada de 22 pulgadas que recorre el salpicadero.
Sin embargo, quizá el punto de distinción del Genesis GV80 respecto a sus futuros rivales sea la apuesta por una mecánica de hidrógeno de la que, eso sí, no se han revelado datos. Que mantenga esta opción al llegar al mercado es algo que está por ver.
Además, la marca ha afirmado que en su estrategia de crecimiento tienen previsto añadir dos modelos más antes de 2020, un pequeño sedán y un cupé deportivo.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.