Pues deja de imaginarlo, porque a día de hoy ya es una realidad… en cierta manera. Un equipo de investigadores de la Nankai University ha conseguido, tras dos años de desarrollo, conducir un coche empleando solo las ondas cerebrales. Por el momento el movimiento del vehículo es bastante limitado, pudiendo interpretar únicamente las órdenes de ir hacia delante, hacia atrás, frenar y abrir o cerrar las puertas.
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