Poder de seducción. El nuevo TT Roadster es uno de esos coches que en cuanto se ven, se sueña con tener en el garaje. Y es que la tercera generación del descapotable de Audi conquista todavía más por su diseño, con una línea ya mítica que acentúa sus rasgos para ganar empaque y distinción. Y también por su nuevo interior de corte vanguardista, que pone la guinda al conjunto estético. La mecánica tampoco se queda atrás, evoluciona en proporción y mejora su potencia, rendimiento y sonoridad para emocionar más al conductor.
Pero no todo son buenas noticias. Los precios, por ejemplo, resultan exagerados, y al equipamiento de serie, completo en lo fundamental, le faltan detalles básicos como que el bluetooth para el móvil, que se pagan aparte y elevan todavía más la factura. Las primeras unidades llegarán a España en marzo a partir de 44.650 euros.
Como la mayoría de descapotables biplazas, el TT Roadster es un modelo de capricho que explota la vertiente lúdica del automóvil. La nueva mecánica consigue aumentar las sensaciones al volante, con motores que corren y suenan más, y con un comportamiento más vivo, aunque todavía fácil y aplomado, que permite al TT proporcionar mayor diversión y acercarse a sus competidores de propulsión trasera, los Porsche Boxster, BMW Z4, Nissan Z Roadster y Mercedes SLK.
El conductor disfruta también un interior innovador, con una instrumentación digital multimodo -puede mostrar en formato panorámico los mapas del navegador- y de ciertos detalles pensados específicamente para la conducción al aire libre, como el panel cortavientos eléctrico (de serie), que emerge detrás de los arcos antivuelco para reducir las turbulencias y evita tener que montarlo a mano, una molestia habitual en muchos cabrios.
La capota, elemento clave en cualquier descapotable, sigue siendo de lona, pero más sofisticada. Ahora aísla mejor, puede accionarse en marcha hasta 50 km/h y solo tarda 10 segundos en completar las operaciones de apertura y cierre. Y no reduce el maletero, que ofrece siempre 280 litros, ya sea con la capota puesta o quitada.
De momento se ofrecen tres motores: 2.0 TFSi turbo de gasolina y 230 CV (44.650 euros y seis litros de gasto medio), disponible con cambio manual y automático, y con tracción delantera y Quattro, y 2.0 TDi turbodiésel de 184 CV (45.850 y 4,3 litros), que viene con tracción delantera y cambio manual. La tercera opción, denominada TTS (62.580 y 6,9 litros) juega en otra liga superior con su mecánica 2.0 TFSi de 310 CV y tracción 4×4. Y aporta unas prestaciones y un tacto sólido que recuerdan a los Porsche.
La lista de opciones contempla sistemas de gama alta como el acceso a Internet 4G, un control por voz que reconoce frases, y no solo palabras, y los avances de seguridad más modernos.
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