El Land Rover Discovery Sport se actualiza de cara a 2020 con una serie de pequeños cambios que afectan a la práctica totalidad de sus facetas: introduce ligeras modificaciones estéticas, el interior recibe novedades, amplía su dotación tecnológica y su oferta de motores crece con opciones más limpias.
Land Rover ha optado por evolucionar su imagen, instalando unos nuevos faros LED, cambiando los paragolpes, montando una nueva parrilla en el frontal y ofreciendo una amplia gama de llantas con nuevos diseños disponibles en dimensiones que van de las 18 a las 21 pulgadas de diámetro.
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El habitáculo continúa destilando lujo pero también potencia su versatilidad. Con siete plazas hábiles, la fila intermedia ahora puede abatirse en proporción 40:20:40, lo que permite crear hasta 24 configuraciones diferentes. Hablando de asientos, se han renovado por completo y están tapizados en Luxtex, hecho de microfibra de poliéster reciclada. También destaca el volante de tres radios, el cuadro de mandos 100% digital y la consola central con pantalla táctil de 10 pulgadas.
El apartado tecnológico se amplía con el ‘ClearSight Rear View’, un retrovisor inteligente que puede mostrar las imágenes de la cámara trasera, y con el ‘ClearSight Ground View’ que, usando las cámaras frontales, muestra una imagen de 180 grados de lo que hay en la parte inferior delantera del coche, lo que es de ayuda al salir fuera del asfalto.
Su oferta mecánica es más completa que nunca con el añadido de variantes mild-hybrid para todos sus motores. El diésel de acceso es un 2.0 de 150 CV, que puede o no utilizar el sistema, y por encima se encuentran versiones del mismo motor con 180 y 240 CV. LA representación de los gasolina queda en un propulsor 2.0, también con sistema de hibridación suave, disponible en 200 y 240 CV de potencia.
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