Cuando piensas en un diseñador de renombre, que se ha ganado su reputación creando joyas sobre ruedas que han maravillado a varias generaciones a lo largo de todo el mundo, simplemente te choca que su última creación se haya presentado en la feria Agritechnica de Hannover.
Lo último de Pininfarina es el Zetor, nada más y nada menos que un tractor. Bueno, en realidad, el concept de un tractor (suena raro, ¿eh?), un ejercicio de estilo que, según Margaréta Víghová, directora de comunicación de la compañía, “esperamos aplicar la tendencia de diseño Zetor by Pininfarina en el futuro a todas las líneas de los modelos de tractores Zetor”.
Siendo honestos, no es una mala idea. Vaya por delante que tenemos claro que hablamos de maquinaria agraria y que no tiene precisamente mucho glamour o repercusión mediática, pero eso no significa que los tractores tengan que ser feos.
Posiblemente sea el análisis estético más difícil al que hemos hecho frente, pero ahí vamos. A primera vista destaca la decisión de optar por una combinación cromática bicolor en negro y rojo, que deja el primer tono para los componentes mecánicos y el segundo para la “carrocería”.
El capó/frontal es de lo más llamativo, con un diseño abombado y afilado rematado por unos grupos ópticos con tecnología LED. Los cristales de la cabina están completamente tintados, las carcasas de los retrovisores mantienen el leitmotiv bitono, hay luces tanto delanteras como traseras en el techo, los pasos de rueda (eso sí que es músculo) tienen un acabado mate y el diseño de los pilotos traseros es más que agraciado.
¿Os imagináis que le montasen la mecánica del Volvo BM Terrier con 225 CV? Sería el auténtico superdeportivo del huerto.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.