En España no se contempla el uso ni de la O ni de la Ñ como letras posibles en las matrículas para, principalmente, no inducir a errores. Igualmente, tampoco se usan las vocales, para que no se puedan crear palabras malsonantes por casualidad.
Otro país europeo va a empezar ahora a revisar las matrículas ya que, en ciertos casos puntuales, la combinación de caracteres no solo puede dar lugar a insultos, sino a términos relacionados con el nacionalsocialismo.
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Tal y como han contado algunos medios de comunicación, hay una ciudad en Alemania donde las autoridades quieren empezar a enviar una serie de cartas a ciertos conductores, todo por su número de matrícula. Y es que en Pinneberg se han dado cuenta de que algunas matrículas, en su combinación de letras, forman siglas que están relacionadas con el nacionalsocialismo.
Las matrículas alemanas tienen de una a tres letras que identifican el distrito de registro del vehículo y luego otras dos, que son las letras de serie. Pues en algunos casos, la combinación de estos caracteres ha dado lugar a ejemplos como AH (Adolf Hitler), NS (Nationalsozialismo), SS (Schutzstaffel), SA (Sturmabteilung), HJ (Hitlerjugend).
Aunque parte de estas combinaciones puedan ser una casualidad, en Alemania los conductores tienen cierta capacidad para personalizar sus matrículas. Siempre y cuando la selección no esté ya registrada o prohibida.
Matrículas prohibidas en Alemania
El gobierno alemán prohibe crear combinaciones en las matrículas que hagan alusión a insultos o palabras malsonantes o que estén asociadas a la historia y la época nacionalsocialista alemana. Por esta razón, en Pinneberg quieren llamar a revisión a varios conductores por las combinaciones de sus matrículas.
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Por lo que parece, el gasto de tener que cambiar la placa de la matrícula y la información en el registro de conductores correría a cuenta y cargo de los propietarios del vehículo.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.
