En una primera fase, la oferta de modelos que facilitarán los nuevos servicios de movilidad será mixta y muy variada. Así, convivirán por una parte muchos vehículos térmicos actuales, como ya está sucediendo en algunas empresas de carsharing. Pero a la vez se irán generalizando poco a poco los que incorporan las nuevas tecnologías, empezando con los eléctricos, que ya han empezado su despliegue en muchas grandes ciudades.
Después, a partir de 2018, les seguirán los de conducción autónoma o delegada en diferentes niveles de automatización hasta llegar a los de fase 3: permiten delegar la conducción en algunos trayectos y zonas, pero manteniendo al conductor al volante por si aparece algún imprevisto y hace falta intervenir. Y a partir de 2020 se esperan los modelos de conducción autónoma en fase 4, que permitirán abandonar el puesto de conducción y dejar al coche circular por su cuenta, aunque solo en zonas urbanas y carreteras determinadas que cuenten con infraestructuras y mapas 3D de alta detalle y resolución.
Por último, entre 2023 y 2025 según algunos expertos, se empezarán a popularizar los modelos de conducción autónoma fase 5, ya 100% robotizados, y en muchos casos sin puesto de conducción o con los mandos recogidos a disposición del conductor por si éste decide ponerse al volante.
En esta línea se postula la propuesta de VW, que se llama Sedric y funciona como un taxi-robot. El usuario le llama con un mando y el vehículo acude. Y después le informa del destino al que quiere ir. Tiene formas cúbicas para maximizar el espacio y puertas laterales que se abren como las de un ascensor.
En el interior, incluye cuatro plazas enfrentadas, en configuración de salón, para que los ocupantes puedan aprovechar el tiempo para hablar, trabajar o relajarse. Y, por descontado, incluye mecánica eléctrica y no genera emisiones durante sus desplazamientos. Ofrece una autonomía de unos 400 kilómetros. Además, y como es un coche autónomo de nivel 5, carece de volante y pedales.
Volkswagen ya ha comunicado que estrenará su piloto automático de nivel 5 en 2025, y el Grupo Volkswagen, el consorcio matriz, ve factible lanzar una propuesta como el Sedric o similar antes de 2030. El tiempo dirá.
Aún más impactante resulta la alternativa de Airbus, el Pop.Up, también con piloto automático, capaz de rodar y volar (acoplando hélices o ruedas) y de superar así las limitaciones físicas de las calles y carreteras: podrá evitar atascos y dejar al cliente en cualquier sitio, aunque no existan accesos.
A esta cabina se pueden acoplar tanto un módulo de tierra (chasis con ruedas) como otro aéreo (hélices). En ambos casos, funciona con piloto automático y energía eléctrica, para llevar a pasajeros sin contaminar. Y está pensado para un uso público en entornos urbanos, no privado.
Llega a 100 km/h en superficie y sobre ella y, gracias a su construcción ligera, ofrece 130 kilómetros de rango de uso en el suelo y 100 en el cielo. Airbus cree que el proyecto podría convertirse en realidad en un plazo de siete a 10 años.
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