Hay que reconocer que cualquier piloto que se suba en un vehículo de competición (coche, moto, camión, avión, da igual) tiene que ser un valiente, pues, al fin y al cabo, se juega la vida constantemente. Pero si hay una disciplina en la que esto se lleva a otro nivel, es en los rallyes. Hay que tener mucho arrojo para conducir a tales velocidades por tramos ciegos, curvas cerradas, rodeado de piedras, árboles y desfiladeros… Ojo a las imágenes on-board del vídeo.
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