El huracán Harvey destruyó más de un millón de vehículos

El balance de daños sufridos en Estados Unidos a causa del último huracán, bautizado como Harvey por el NHC (National Hurricane Center), estima que más de un millón de vehículos han quedado irrecuperables. Y la cifra podría aún aumentar según las compañías de seguros debido a los automóviles desaparecidos o que permanecen ocultos en los garajes anegados.

Las mismas compañías, según la revista Wired, declaran que aproximadamente un 15 % de los vehículos afectados carecen de seguro, con lo cual sus propietarios deberán afrontar el coste total de la pérdida.

Asimismo las aseguradoras, que deberán invertir ahora grandes sumas en las indemnizaciones, alertan del probable fraude derivado de la situación. Tras este tipo de desastre, algunos negocios de vehículos de ocasión se apresuran a hacerse con una gran cantidad de automóviles siniestrados y, tras una rápida reparación, les vuelven a dar salida en el mercado de usados.

Tras las grandes catástrofes como la acontecida en la región de Houston, los afectados se apresuran a conseguir un vehículo, imprescindible para desplazarse por ciudades muy extensas y donde el transporte público es escaso. La demanda de automóviles ha aumentado considerablemente en los concesionarios con el consiguiente aumento de precios. Sería la otra cara de las consecuencias del destructivo huracán que, entre otros sectores, va a beneficiar a la reactivación de la industria automovilística norteamericana.

En un estudio realizado en 2014, las compañías de seguros concluyeron que unos 800.000 automóviles afectados por temporales habrían sido vendidos de segunda mano y la mayoría de ellos habrían permanecido sumergidos durante las inundaciones.

El huracán Harvey azotó esta región de Estados Unidos desde el pasado 31 de agosto y ha sido el más fuerte que ha sufrido el estado de Texas, afectando también a parte de la Luisiana. La llegada del ciclón caribeño Irma a las costas de Florida ha incrementado en el sur de los Estados Unidos aún más los efectos catastróficos, que la agencia meteorológica Accuweather estima en unas pérdidas económicas de 290.000 millones de dólares. Esta cifra alcanzaría el 1,5 % del PIB (Producto Interior Bruto) del país.