Los ocho mejores museos de coches del mundo

Imprescindible comenzar por el que está considerado el mejor y más grande museo del automóvil de Europa. Sin duda, el principal atractivo de Mulhouse (Francia), una industrial ciudad alsaciana a 100 kilómetros de Estrasburgo. Nacido en los años cincuenta a partir de la colección de un empresario del textil, Fritz Schlumpf, los fondos de la Cité de l'Automobil se han ido completando hasta albergar más de 500 coches de todas las marcas y épocas, con especial atención a los azules Bugatti y a los Peugeot, ya que ambas marcas tuvieron su origen en la región.

Aunque, como es sabido, las grandes marcas italianas cuentan con unos maravillosos museos propios, el Museo Nazionale dell’Automobile propone un recorrido por la historia del automóvil a través de 200 modelos únicos provenientes de 80 marcas de Italia, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Holanda, España, Polonia y Estados Unidos. Lo que hace especialmente interesante a este museo –fundado en 1932 por el periodista y empresario Carlo Biscaretti– es que muestra el automóvil no solamente desde el punto de vista técnico sino como reflejo de la evolución social de cada época. De hecho en 2013 el periódico inglés The Times lo consideró uno de los 35 mejores museos del mundo.

Con casi 1.500 modelos, el Barber Motorsports ostenta el récord Guinness del museo con más motos expuestas del mundo. Fue fundado en 1988 por un exitoso empresario del sector lácteo y campeón de carreras monomarca Porsche. George Barber quiso exponer y restaurar algunos de los coches y motos que había utilizado. Desde entonces ha crecido tanto que incluye un circuito de carreras abierto al público y diseñado por John Surtees. Además de las motos, en el Barber se muestran también los coches de competición más importantes que han corrido en los Estados Unidos, con el más amplio espacio dedicado a la escudería Lotus de todos el mundo y la colección personal del mítico Colin Chapman.

Se trata de la colección más grande del mundo dedicada en exclusiva al automóvil británico. Situado en Warwickshire, en su interior podemos encontrar más de 300 modelos de prácticamente todas las marcas inglesas desde 1896 hasta nuestros días, en su mayoría primeras o últimas unidades, prototipos y vehículos especiales... siempre de sello británico. Sin duda el equivalente al Museo Británico del motor... con verdaderas joyas imposibles de ver en otro lugar.

Este museo de Tondela (Portugal) combina 500 piezas de pintura, escultura, mobiliario y tapicería (con obras de Salvador Dalí y Pablo Picasso) con la muestra de 100 automóviles y motocicletas en perfecto estado todos ellos. Sus colecciones abarcan modelos actuales y pioneros, de finales del siglo XIX y principios del XX, con piezas realmente excepcionales, como el automóvil en funcionamiento más antiguo de Portugal, un Peugeot de 1899.

La mayoría de especialistas consideran al Petersen (Los Ángeles) el mejor museo automovilístico generalista de los Estados Unidos. Lo que es seguro es que es el más espectacular y ecléctico ya que, ademas de más de 300 modelos americanos de todos los tiempos tanto de carretera como de circuito, incluye también la mayor muestra en todo el mundo de coches relacionados con el mundo del cine, la televisión y el espectáculo. Fundado por el millonario Robert Petersen en los años setenta, una inversión en el año 2015 de nada más y nada menos que 90 millones de dólares lo ha convertido en el más moderno del mundo entre los de su clase.

Aunque la distancia de los museos automovilísticos españoles con sus similares de Francia, Inglaterra o Italia es todavía sideral, el Museo automovilístico y de la moda de Málaga ha ido adquiriendo año tras año peso hasta convertirse, para muchos, en el mejor del país. Ofrece más de 200 maravillas centradas especialmente en los años de la belle époque, los años veinte, el art déco y los grandes clásicos americanos de los cincuenta y sesenta. Inaugurado en 2010 ofrece la interesante particularidad de vincular el automóvil con otros aspectos del diseño como la moda y la alta costura.

Se encuentra también entre los mejores de Europa, este museo de Bruselas (abierto en 1986) se ha ido haciendo importante a base de cesiones de particulares. Gracias a ellas, incluidas las de la propia familia real belga, ha llegado a más de 300 coches expuestos. Aunque el recorrido por sus exposiciones abarca toda la historia del automóvil y llega también hasta nuestros días, el Autoworld destaca especialmente por las rarezas centradas en la automoción durante la belle époque, la Gran Guerra, los locos años veinte, la II Guerra Mundial y la década de los 50.