Puesta al día a los cuatro años y nuevo modelo a los seis. Estos son los ciclos comerciales más habituales en el automóvil y también los que acaba de aplicar Opel al Insignia, aunque con cierto retraso: el modelo alemán se actualiza a los cinco años de su lanzamiento. La berlina de la marca del rayo es una de las más vendidas en España y ahora renueva sus argumentos para seguir en forma. La actualización trae consigo mínimos retoques estéticos, un nuevo puesto de conducción, con una pantalla táctil como centro de control y, en especial, equipamientos más avanzados, tanto de seguridad como telemáticos. Además, cuenta con dos versiones diésel, de 120 y 140 CV, que establecen un nuevo récord de consumo en turismos de este tamaño: solo 3,7 litros de media (99 g/km de CO2).
Desde su nacimiento en 2009, el Insignia ha destacado por su imagen deportiva y su variada gama mecánica, que permitía —y permite— disponer de cambio automático, suspensión electrónica y hasta tracción 4×4. El modelo renovado mantiene el diseño casi inalterado, salvo por los nuevos faros y llantas, y sigue ofreciendo tres carrocerías: cuatro y cinco puertas, que se venden al mismo precio (desde 25.875 euros), y la Sports Tourer o familiar (desde 27.980). Opel regala elementos de equipamiento opcionales y ofrece también descuentos de lanzamiento: 5% sobre el precio del coche (con opciones y antes de impuestos) y unidades especiales con una rebaja del 45% en el coste del equipamiento extra.
Manejo táctil, como en una tableta
Por fuera, el Insignia renovado apenas varía, pero el interior cambia más y son nuevos el volante, la instrumentación y la consola central. Se han eliminado botones para simplificar el manejo y ahora todas las funciones pueden controlarse en la pantalla táctil: navegador, teléfono, música… Se puede personalizar un perfil y memorizar teléfonos o direcciones habituales, y también conectarse a un centro de aplicaciones. El sistema Intellilink, que es como se denomina, incluye además USB, bluetooth y control por voz, y se puede manejar también desde el volante y desde un touchpad que permite escribir números y letras a mano. Cuesta 1.100 euros, pero se regala como promoción de lanzamiento, al igual que los faros inteligentes AFL+ (1.045).
La paleta mecánica contempla siete propulsores, tres de gasolina y cuatro de gasóleo, todos con turbo y Start&stop. Son los mismos que antes, pero la mayoría gastan menos y algunos tienen mayor potencia. Los más recomendables son por su eficiencia los diésel 2.0 CDTi: 120 y 140 CV (3,7 litros de media), 163 (4,3 litros) y el biturbo de 195 CV (4,7). En gasolina, la oferta es más dispar. Hay un 1.4 de 140 CV (5,2 litros), que es la propuesta de acceso, y otros dos más grandes y deportivos: 2.0 y 2.8 V6 de 250 y 325 CV, ambos con tracción 4×4.
La renovación incluye también una versión todocaminos o Country Tourer (desde 37.960 euros), que equipa suspensiones elevadas y tracción total, y se ofrece con los diésel de 163 y 195 CV. Es una alternativa a modelos como los VW Passat Alltrack y Subaru Legacy Outback.
Los sistemas de seguridad se completan con nuevos dispositivos, como un regulador de velocidad con radar antichoque, control de la distancia con el coche que va delante, retrovisores que supervisan el ángulo ciego y sensores que al desaparcar y salir marcha atrás, alertan si viene algún vehículo o hay vía libre.
Destaca también el manual del coche, que es interactivo y funciona con soluciones de realidad aumentada: basta descargar una aplicación y enfocar con el móvil el área correspondiente del vehículo: por ejemplo el motor, para saber dónde está la varilla de aceite.
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