Los SUV están de moda, pero solo algunos modelos selectos ofrecen bastantes garantías al salir del asfalto. De hecho, la tendencia se ha extendido y el mercado está plagado de otros tipos de coches (compactos, berlinas, utilitarios…) que han adoptado estéticas e incluso recursos de todocaminos. Dentro de Mercedes uno de los ejemplos más claros es el Clase E All-Terrain, una ranchera con capacidad fuera de pista que, sin embargo, un ingeniero de la marca considera insuficiente. Por eso ha creado el Mercedes Clase E All Terrain 4×4².
La idea era desarrollar un Clase E todavía más hábil al salir de la pista, para lo que se optó por montarle los ejes y la suspensión del Clase G 4×4², uno de los todoterrenos más desmesurados que ofrece el fabricante. Gracias a ellos, su distancia libre al suelo es ahora de 400 mm (el original tiene 240 mm) y las vías están ensanchadas 200 mm, lo que permite montar ruedas de hasta 31 pulgadas y ha obligado a instalar unas aletas de fibra de carbono que cubran los enormes neumáticos.
Aunque monta la tracción integral 4MATIC, no cuenta con algunos elementos que supondrían un salto de calidad en lo que a conducción off-road se refiere: la reductora y los bloqueos de diferenciales. Lo que sí tiene es un poderoso motor 3.5 V6 de 328 CV.
De momento el Mercedes Clase E All Terrain 4×4² es una unidad única, pero parece ser que el fabricante estaría pensando producir una tirada muy limitada del modelo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.