El Salón del Automóvil de París es el primer evento marcado en el calendario de la temporada de la automoción, y es la cita elegida por Kia para presentar el nuevo Kia Rio.
La conferencia de prensa del fabricante coreano tendrá lugar el 29 de septiembre, día en que por primera vez se verá en vivo la cuarta generación del compacto. A pesar de ello, y para amenizar la espera, la marca ha adelantado su imagen mostrando unos bocetos que dejan bastante claro cómo será.
El frontal mantiene la inconfundible parrilla tiger nose, aunque más estrecha y ensanchada hasta el punto de unirse con los grupos ópticos. Estos, con luz diurna LED, le confieren una mirada más agresiva y de ellos parten dos nervios que surcan el capó.
En la vista lateral, la línea de cintura ascendente se eleva sobre los tiradores de las puertas y, por debajo de ella, el compacto exhibe músculo gracias a unos definidos pasos de rueda y faldones laterales. Las llamativas llantas de ocho radios dobles tendrán unas dimensiones sensiblemente inferiores en el modelo de producción.
La zaga está coronada por un pequeño alerón acabado en color negro, los faros traseros, bastante grandes, están partidos e integrados en el portón, y el paragolpes aloja un enorme difusor.
En el habitáculo se intuye que el cuadro de instrumentos será totalmente digital. La consola central estará presidida por una pantalla y en conjunto se aprecia un interior bastante limpio y no muy recargado.
El Kia Rio es el modelo más vendido de la marca (473.000 unidades comercializadas en 2015 en todo el mundo) y busca continuar su éxito con su nueva generación, que comenzará a producirse en Europa a finales del presente año.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.