El Peugeot 308 recibió en junio una puesta al día en la que actualizó su imagen y potenció la deportividad de sus versiones GT Line, GT y GTi; ahora encara el nuevo año con otra actualización que, como es lógico, se limita al apartado mecánico. Para 2018, el compacto francés incorpora a su gama dos nuevos motores, uno gasolina y otro diésel, así como una nueva caja de cambios automática para uno de los propulsores ya conocidos.
El gasolina es el PureTech 130 S&S, un bloque de 1,2 litros y 130 CV de potencia. Su punto más destacado es la inclusión de un filtro de partículas con una eficencia de filtrado del 75%, lo que le hace cumplir con la normativa Euro 6d que entrará en vigor en 2019. También cuenta con modificaciones internas con las que “gana en prestaciones, con un mayor dinamismo y un menor consumo”, según la marca. Se asocia a una transmisión manual de seis marchas.
El diésel es el BlueHDi 130 S&S, un 1.5 de 130 CV que gana 10 CV respecto al bloque al que sustituye; gracias a unos nuevos sistemas de combustión e intercambiador, consume entre un 4% y 6% menos que este.
Por último, llega la caja de cambios automática EAT8, que solo puede equipar el motor BlueHDi 180 S&S que monta el 308 GTI. Se han optimizado los cambios de par para que la transición entre marchas sea más fluida.
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