En un momento en el que la mayoría de los fabricantes están retirando del mercado las carrocerías de tres puertas de sus modelos utilitarios y compactos, Opel rema a contracorriente y da una agradable sorpresa a sus seguidores: el Corsa GSi. Se trata del segundo modelo en lucir este denominación en muchos años (lo recuperó el Insignia GSi), y promete deportividad en formato compacto.
Huelga decir que radicaliza la imagen del Corsa, muy al estilo del OPC, aunque quizá con un estilo ligeramente más contenido. El capó luce un listón negro cruzado, nervios que definen más sus formas, dos grandes entradas de aire están presentes en el paragolpes, la parrilla tiene trama de panal de abeja, una lama que imita la fibra de carbono la cruza y el mismo material está presente en los retrovisores, las llantas son de hasta 18 pulgadas y la zaga está rematada por un alerón.
Del interior no se han mostrado imágenes, aunque la marca ha confirmado que tendrá volante deportivo, palanca de cambios forrada en cuero, pedales de aluminio y, de manera opcional, tanto asientos Recaro como el sistema multimedia IntelliLink.
Eso sí, no se ha desvelado por el momento cuál será la mecánica que utilice. A pesar de ello se especula, lógicamente, con un motor más potente del que ofrece la gama normal del Corsa, aunque por debajo de los 200 CV que entrega el OPC. De este, además hereda su chasis deportivo, al que suma un sistema de frenos de alto rendimiento.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.