Dentro del Grupo PSA, Opel se va a orientar hacia las mecánicas electrificadas, un proceso cuyo anuncio más importante hasta ahora es la llegada de un Corsa eléctrico, pero que va avanzando poco a poco con otros lanzamientos como este Opel Grandland X Hybrid4, la variante híbrida enchufable del crossover.
A primera vista el único elemento que lo diferencia de los ejemplares de combustión es que el capó va pintado el color negro, a modo de contraste y a juego con el techo. Las diferencias importantes están en el apartado mecánico.
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El Opel Grandland X Hybrid4 cuenta con un sistema de propulsión formado por un bloque gasolina 1.6 turbo que entrega 200 CV y por dos motores eléctricos, de 109 CV, uno acoplado a cada eje, lo que le otorga tracción integral. Juntos desarrollan 300 CV y el sistema está alimentado por una batería de 13,2 kWh, lo que le otorga una autonomía en modo eléctrico de 50 kilómetros en ciclo WLTP, algo que ayuda a que homologue un consumo de 2,2 l/100 km.
No es, sin embargo, el único modo de funcionamiento de que dispone, puesto que hay otros tres: híbrido, que selecciona de manera automática el modo de conducción más eficiente; 4×4, en el que entra en acción el motor trasero para tener mejor tracción; y deportivo, que pone todo al servicio del rendimiento.
La batería, situada bajo los asientos traseros, es compatible con puntos de recarga rápida de 7,4 kW, en los que tarda una hora y 50 minutos en rellenarse, pero de serie tiene un enchufe de 3,3 kW y como opción está disponible uno de 6,6.
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