La amplia variedad de tecnologías disponibles, así como los marcos regulatorios tanto estatales como europeos hacen que quien está en el momento de comprar un coche nuevo se encuentre en un brete. Es difícil decidirse por uno u otro sistema de propulsión e incluso las opciones que parecen más racionales no terminan de convencer a quienes apuestan por ellas.
En pleno 2024, para el público general parece pronto para decantarse por un coche eléctrico, por motivos como la infraestructura de recarga. Optar por un modelo de combustión también puede implicar quedarse corto debido a la aparición de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) más o menos estrictas.
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En esa tesitura, optar por la hibridación parece la solución idónea y, dentro de las distintas variedades existentes de ésta, la más destacada es la de los híbridos enchufables, que son vistos cada vez más por las marcas como la tecnología puente entre ambos mundos.
Sin embargo, según el último estudio de satisfacción de JD Power, parece que los compradores de PHEV en términos generales no están contentos con sus automóviles.
La consultora establece una escala del uno al 1.000 para evaluar la satisfacción de sus encuestados y la de los compradores de híbridos enchufables se encuentra en solo 669 puntos, por debajo de la que tienen quienes son propietarios de un eléctrico generalista (716) o un eléctrico premium (738).
Los problemas con los híbridos enchufables
El informe detalla cuáles son las principales pegas que ponen sus dueños a este tipo de vehículos.
Uno de los principales es el hecho de los costes asociados a un automóvil que emplea dos fuentes de energía distintas, puesto que cuenta con un apartado eléctrico y otro de combustión, lo que supone una mayor complejidad y, por tanto, un mantenimiento mayor.
Otro aspecto es que perciben que sus PHEV no se diferencian suficientemente de modelos de combustión pura. No sienten que haya una diferencia suficientemente grande en la experiencia de su propiedad y conducción como para justificar el sobreprecio que pagaron por ellos.
La realidad de los PHEV
Los resultados de la encuesta chocan con lo que ofrece este tipo de vehículos sobre el papel. Sí es cierto que a nivel técnico son más complejos que eléctricos puros y modelos térmicos, con el coste añadido que eso supone, pero emplean la tecnología más versátil del mercado, puesto que en el día a día pueden funcionar en modo 100% eléctrico, mientras que para desplazamientos largos no hay ansiedad por autonomía y, si se lleva la batería cargada, el gasto de combustible es bajo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.