RAM Rebel: el otro pick-up

Nunca es plato de buen gusto ser considerado como “el otro”. Suena a segunda opción, al que está a la sombra, al que no tiene lo suficiente para ser el primero. Sin embargo, hay veces que ser reconocido como el principal rival ya es todo un halago, sobre todo si lo que está en frente es todo un Ford F-150 Raptor.

Ese es el espejo en el que se mira, y al que quiere superar, la RAM Rebel, una variante de la RAM normal más agresiva y contundente que suma añadidos mecánicos para rendir mejor fuera de pista.

Su estética lo deja claro: no es una RAM más. Luce un frontal característico que destaca por su parrilla negra, el logo en plateado, el paragolpes inferior de aluminio rediseñado, así como los ganchos nuevos. Los grupos ópticos se han oscurecido y van a juego con los protectores de plástico de los pasos de rueda, que cobijan unas ruedas con llantas de 17 pulgadas y neumáticos todoterreno Toyo de 33 pulgadas. Se puede elegir entre cinco colores para la carrocería, ofrecidos en versión monotono o bitono.

En el habitáculo predominan las formas rectangulares y las superficies limpias. La tapicería negra es mixta y presenta costuras de contraste en color rojo y blanco. En el salpicadero cuenta con una instrumentación específica de esta versión, la consola central está enmarcada en aluminio y las salidas de aire lucen apliques rojos.

No hay ningún motor nuevo, puede montar los dos bloques ya conocidos en la RAM normal: 3.6 V6 Pentastar de 305 CV y 5.7 V8 HEMI de 395 CV, ambos asociados a una caja de cambios automática de ocho relaciones. Sin embargo, eso no significa que no haya mejoras mecánicas: lleva instalada una suspensión ajustable que eleva 25 mm la altura de la carrocería (hasta los 262 mm totales), lo que mejora su comportamiento en terreno complicado. Además, puede rebajarse al circular a altas velocidades en autopista.