En el grupo Jaguar-Land Rover, la división Special Vehicle Operations se encarga de dar forma a las versiones más lujosas de sus modelos. Normalmente se trata de los acabados más altos de la gama, que en el caso del Range Rover es el SVAutobiography. La propia SVO admite que el objetivo con este trabajo era convertir el todocamino en “un santuario de relajación que funciona como un centro de tecnología móvil”.
Con su habitual acabado exterior inmaculado, las novedades se centran en el habitáculo, que bien se puede considerar una sala de relax o de reuniones. Los pasajeros de las plazas traseras cuentan con asientos ‘Executive Class’ que ofrecen 1,2 metros de espacio para las piernas, se reclinan hasta 40 grados, tienen reposapiernas y reposapiés calefactados y cuentan con función de masaje con piedras calientes.
En los respaldos de los asientos delanteros hay dos mesas y dos pantallas táctiles de 10 pulgadas con sistema de infoentretenimiento integrado, y el habitáculo (con wifi 4G) cuenta con una nevera con capacidad para cuatro botellas de 600 mililitros.
Gerry McGovern, director de diseño de Land Rover, lo describe así: “Es el epítome del lujo, la comodidad y el refinamiento. Ejemplifica la atención al detalle y la sofisticación que ha sido el sello distintivo de nuestro SUV más lujoso que durante casi 50 años».
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.