Ruedas que ayudan a gastar menos

Las cubiertas de bajo rozamiento pueden suponer un ahorro anual superior a 100 euros

Cuando una persona pisa hielo, lo más probable es que resbale. Sucede porque la fricción o rozamiento entre el agua helada y la suela del calzado es mínima, y el contacto de ambas superficies apenas genera agarre. En un automóvil, los cuatro neumáticos son su único punto de apoyo sobre la carretera y el rozamiento producido entre la goma y el asfalto permite que el coche pueda acelerar, frenar y girar. Si llueve, el rozamiento baja, y con él, el agarre y la capacidad direccional del vehículo. Y si nieva, aún más. Las ruedas de baja fricción juegan con los márgenes de este principio físico y ofrecen la posibilidad de reducir el consumo de un coche.

Para José Manuel Cañavate, responsable técnico de Michelin, el ahorro de consumo puede alcanzar “0,5 litros cada 100 kilómetros”. La tecnología es la clave, porque la aplicación de compuestos especiales en la banda de rodadura, la parte del neumático que permanece en contacto con el piso, reduce la fricción y la energía que precisa el coche para desplazarse. Así se exige menos al motor y el consumo disminuye.






Pero la cubierta debe mantener siempre un rozamiento mínimo que proporcione una seguridad de circulación y respuesta adecuadas ante los imprevistos: frenadas de emergencia, volantazos para esquivar un obstáculo, etcétera. Por eso no se llega a los extremos de la suela del zapato sobre el hielo. A modo de referencia, la interacción del caucho y el cemento seco aporta un coeficiente de rozamiento con un valor de 1, mientras que el de un esquí encerado sobre la nieve se queda en un valor de 0,1.

Medio litro cada 100 kilómetros puede parecer poco, pero no lo es. Aplicando un kilometraje medio anual de 15.000 kilómetros, el ahorro en combustible alcanza los 75 litros. Y a 1,35 euros el litro de gasóleo, el conductor de un coche con esas ruedas de baja fricción tendría en el bolsillo 101,25 euros más. De esta forma, basta que los neumáticos duren 30.000 kilómetros (dos años), algo relativamente fácil, para que el próximo cambio de cubiertas salga casi gratis, amortizándolo con el ahorro en combustible.

A CADA COCHE SU NEUMÁTICO

Pero no todo son ventajas. Las gomas de baja fricción valen en principio para todo tipo de coches, aunque no tendría mucho sentido montarlas en un deportivo de muchos caballos. Sería como si un jugador de fútbol saltara al campo con zapatillas de bailarina. Y es que hay que tener en cuenta que a menor rozamiento, menor adherencia.

A pesar de que todos los neumáticos ofrecen unos mínimos aceptables, hay diferencias importantes. La nueva etiqueta europea de neumáticos clasifica las cubiertas por dos aspectos principales: eficiencia o capacidad para ahorrar combustible, y distancia de frenado sobre suelo mojado, una valoración de la adherencia que ofrecen. Cada apartado se puntúa con una escala de letras que va de la A a la G, siendo A la mejor. Cañavate señala que la distancia de frenado sobre mojado con un neumático de categoría A en adherencia puede ser “hasta 18 metros inferior” que con uno G. Esta referencia es una valoración realizada por la Unión Europea en una frenada desde 80 km/h hasta la detención completa. Y la diferencia entre las distintas categorías de cubiertas es enorme.

El ahorro de consumo mencionado con anterioridad corresponde a una cubierta con categoría de eficiencia A frente a otra G. El responsable técnico de Michelin aboga por completar la información de la etiqueta europea con otros criterios como “la duración del neumático y la distancia de frenado en seco”.

En general, los neumáticos de corte deportivo, con una goma más blanda, adherente y de menor duración, obtienen calificaciones elevadas en frenada en mojado (A o B) y más bajas en eficiencia (E o F). En los de bajo rozamiento, por su parte, suele suceder al revés. Pero también hay ruedas de uno y otro tipo que encuentran el equilibrio y, por ejemplo, logran B y B en ambos apartados (o A y B). La mayoría de expertos recomiendan adquirir neumáticos de puntuación equilibrada, que suelen ser los menos baratos. Todas las marcas que aparecen en el despiece comercializan modelos de neumáticos de baja fricción que consiguen puntuaciones equilibradas en las dos categorías.

LA PRESIÓN DE INFLADO, CLAVE

De nada sirve un buen neumático si luego se aplica una presión de inflado incorrecta o no se revisa con cierta frecuencia. Hay que ajustar las presiones en frío y respetar los valores que indique el fabricante. Si la rueda está ya caliente, conviene elevar una o dos décimas la presión recomendada. Un neumático bajo (poco inflado) se deforma más, aumenta el consumo y puede deteriorarse con mayor rapidez.

Para maximizar el efecto de ahorro de consumo que aportan las ruedas de baja fricción, se puede elevar la presión hasta valores cercanos a los recomendados para cuando se viaja con el coche cargado. Así se reducirá ligeramente la superficie de contacto del neumático con el suelo y se reducirá el rozamiento, y con él, el gasto de combustible.



Para acertar en la compra

La mayoría de de fabricantes ofrecen neumáticos de baja fricción desde unos 70 euros por cubierta, aunque hay marcas que venden modelos a partir de 40 y 50. Pero el precio no es lo más importante, sino el equilibrio de características. La etiqueta europea de neumáticos puede ayudar a decidir. Refleja, entre otras cosas, el nivel de ahorro de consumo y el de adherencia sobre suelo mojado que aporta cada goma. La escala varía entre las letras A y G, siendo A la mejor. Así, una rueda con calificación A y G en estos apartados ahorra mucho y agarra poco, y no interesa, porque la economía no debe lograrse a costa de la seguridad. Las marcas y modelos enumerados a continuación ofrecen neumáticos de bajo rozamiento con buenas calificaciones tanto en eficiencia como en adherencia.

Las cubiertas de bajo rozamiento de Michelin se llaman Energy Saver y se venden desde 75 euros. Valen para llantas de 14 a 16 pulgadas y tienen anchuras de 165 a 205 milímetros. Las de Continental se identifican con la denominación ContiecoContact y están disponibles a partir de 73 euros, para llantas de 14 a 19 y anchuras de 165 a 235. Dunlop comercializa los SP Sport BluResponse, con precios desde 71 euros y compatibles con llantas de 14 a 17 pulgadas y medidas de 185 a 215. Pirelli, por su parte, ofrece dos modelos: Cinturato P1, desde 70,50 euros (llantas de 14 a 16 y anchuras de 155 a 205), y Cinturato P7, a partir de 108 (de 16 a 18, y de 205 a 275). Y Goodyear sube a tres: EfficientGrip Compact (desde 53; llantas de 13 a 15 y anchuras de 145 a 195), Performance (desde 71; de 14 a 18 y de 185 a 225) y SUV (desde 137,50; de 16 a 19 y de 215 a 235). Entre los modelos más asequibles destacan los Bridgestone Ecopia, con tarifas desde 53,95 euros (14 a 17, y 175 a 225), y los Kumho Ecowing, desde 40 (14 a 16, y 155 a 215).



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