Lo conocemos como Dacia, pero en Brasil, donde se ha presentado como prototipo, el Sandero se comercializa con el nombre de Renault. De ahí que este Sandero RS Grand Prix luzca el logo del rombo en su agresivo frontal.
Como su denominación indica, esta inspirado en la Fórmula 1 y, concretamente, en la escudería de la marca francesa, algo que queda patente en la combinación cromática elegida, con el negro como color principal y el dorado a modo de contraste.
El compacto luce un completo kit de carrocería con paragolpes específicos, faldones laterales, un pequeño alerón, vinilos en los laterales y un descomunal ‘R.S.’ grabado en el techo.
El interior recibe un tratamiento similar, con el negro como color predominante y el dorado haciendo aparición en los laterales de los asientos, en las costuras del volante y la palanca de cambios y en algunos plásticos de las puertas.
Debajo del capó se esconde un motor de gasolina tetracilíndrico 2.0 que entrega 150 CV de potencia (que ya se había visto en versiones previas).
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.