El Ford Mustang es uno de los muscle cars más icónicos (si no el que más), pero dentro de su gama el Shelby GT350 es la versión más cotizada. Con mejoras sobre el modelo base en múltiples aspectos, se actualiza con vistas al año que viene para optimizar todavía más su rendimiento.
A nivel estético, el Shelby GT350 incorpora dos nuevos tonos a su paleta de colores, Velocity Blue y Ford Performance Blue, que se combinan con franjas longitudinales en negro, azul o blanco. Esto no es excesivamente relevante, si no fuera porque adornan un kit de carrocería específico que mejora la aerodinámica del modelo. Este paquete está formado por una parrilla activa que se abre o cierra para alterar la entrada y el flujo del aire, un alerón trasero y un flap Gurney que se puede instalar a modo de extra.
También es una novedad el envoltorio de sus llantas de 19 pulgadas, unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 que miden 295/35 delante y 305/35 detrás, y que cuentan con una composición y dibujo específicos para mejorar tanto la repuesta en aceleración como en frenado y curva del Shelby GT350.
Estos cambios han hecho necesario recalibrar la suspensión adaptativa MagneRide, que así puede sacar el mayor provecho de los mismos, y también se han instalado unos frenos Brembo con pinzas de seis pistones en las ruedas delanteras y de cuatro en las traseras.
No hay modificaciones en el motor, un bloque 5.2 V8 que desarrolla 533 CV de potencia y un par máximo de 582 Nm.
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