La industria de la automoción se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su historia. La reducción de emisiones de CO2 aprobada por la Unión Europea obligará a los fabricantes a esfuerzos ingentes para adaptarse a tales exigencias a partir del próximo año, con una repercusión directa en su actividad y en el precio de sus productos. La consultora Euler Hermes ha publicado un informe en el que llega a calificar la situación como una “tormenta perfecta” para el sector.
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Los objetivos planteados por la Unión Europea son, según los analistas, “los más ambiciosos del mundo y superiores a lo que los fabricantes de automóviles pronosticaban”. Las emisiones medias de CO2 de los turismos deberán reducirse el 15% en 2025 y el 37,5% en 2030, reto necesario para cumplir con los acuerdos de la Cumbre de París sobre el cambio climático. Y aunque los fabricantes trabajan desde hace tiempo en esta línea, Euler Hermes pronostica que a finales de 2020 sólo podrán satisfacer el 30% de sus obligaciones.
Ya el próximo año el promedio de emisiones de los coches vendidos en Europa no podrá superar los 95 gramos de CO2 por kilómetro, una cifra inferior a la que en la actualidad manejan la inmensa mayoría de las marcas. En 2018, según los datos facilitados por la consultora JATO, sólo Tesla y Smart se quedaron por debajo de estos valores y aunque debería producirse una mejora durante este año, parece inevitable que los fabricantes deban asumir multas millonarias por sobrepasar estos límites (95 euros por cada gramo de CO2 en el que se excedan y por cada unidad vendida en los mercados europeos).
En concreto, los datos que manejan desde Euler Hermes apuntan a que las sanciones para los fabricantes globales con mayor presencia en los mercados europeos alcanzaron los 30.000 millones de euros, lo que representa el 45% de los beneficios netos logrados durante 2018 (67.000 millones de euros). A ello se debe añadir que la persecución de los objetivos de emisiones encarecerá los costes de producción de los vehículos en torno a un 7% durante el próximo año.
La necesidad imperiosa de las marcas de vender un mayor porcentaje de vehículos electrificados (puros, híbridos o híbridos enchufables), que según algunas estimaciones deberían superar el 25% del total, las inversiones tecnológicas e industriales, las alianzas entre grandes marcas y las necesidades crediticias, junto a las ya mencionadas sanciones previsibles, se traducirá según Euler Hermes en un incremento del 2,6% del precio medio de los vehículos nuevos en Europa.
Una estimación que se antoja optimista en relación a las previsiones de algunos fabricantes, que apuntan a aumentos de precio superiores en determinados modelos o gamas. Tanto es así, que tampoco se descarta la descatalogación de algunos de ellos por las cargas financieras que deberían soportar.
Por tanto, la previsión general del sector contempla ese aumento en el precio de los coches a partir de 2020 y que, en base a los cálculos de Euler Hermes, supondrá una caída de las ventas europeas del 3,1% y unas pérdidas para la industria de 2.900 millones de euros.
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