El Singles Day es una fecha que muchos tienen marcadas en el calendario para darse un capricho incluso antes del Black Friday. En ella se celebra el orgullo de estar soltero y la primera muestra de ello es la cifra, 11-11, que representa a cuatro individuos. Los coches para una sola persona son una auténtica rareza, pero ha habido casos de modelos que solo se pueden disfrutar en solitario.
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Lamborghini Egoista: el nombre lo dice todo
En 2013 Lamborghini cumplió 50 años y, para celebrar su medio siglo, decidió que la mejor manera era crear un superdeportivo para uso y disfrute de una única persona. Es un modelo radical de aspecto agresivo y anguloso que contaba con un habitáculo solo para uno.
El techo se abría como una cúpula para acceder a un puesto de conducción que parecía el de un caza. El coche montaba, como era tradición, un motor V12 de 6,5 litros que desarrollaba 600 CV de potencia.
Ferrari Monza SP1: al aire libre
Ferrari tomó el motor del 812 Superfast, un V12 de 810 CV, y se lo otorgó a una dupla de modelos, el Monza SP1 y el Monza SP2. El concepto de ambos era muy similar, una carrocería tipo ‘barchetta’, sin parabrisas, para disfrutar literalmente a cielo abierto.
Aunque eran prácticamente idénticos, la diferencia principal radica en el número de plazas de las que disponen. Así, en el ‘1’, solo hay una apertura en la carrocería, lo que le confiere un aspecto único. Su ocupante puede experimentar una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos.
Peel P50: un icono muy peculiar
Es el modelo más peculiar de la lista, puesto que en su caso ir solo se debe a una cuestión de espacio. El Peel P50 es un coche que se puede conducir por casa y que entra incluso dentro de un ascensor.
Data del año 1962, pero en tiempos recientes ha renacido y se ofrece tanto con motores de combustión como con mecánicas eléctricas más apropiadas a la época y el formato. Lógicamente, midiendo 1,37 metros de largo, 1,04 de ancho y 1,2 de alto; dentro solo cabe una persona.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.