El Skoda Octavia es el niño mimado de la marca checa, y es normal porque es su superventas. Y precisamente por eso, para que siga su exitosa línea de comercialización, ahora recibe una ligera actualización que afecta en mayor o menor medida a todas sus facetas.
No hay una revolución estética, ni mucho menos, pero el frontal y la zaga estrenan unas líneas “simplificadas”: la parrilla es más ancha, el logo gana protagonismo y los faros tienen tecnología Full-LED, mientras que los grupos ópticos traseros también han cambiado.
En el habitáculo, Skoda Octavia hace más hincapié en torno a dos elementos, la habitabilidad y el equipamiento. Berlina y familiar tienen un espacio interior de 1.782 mm y 73 mm de espacio para las piernas en las plazas traseras. En la capacidad del maletero difieren, siendo de 590 litros para el primero y de 610 para el segundo, ampliables plegando los asientos hasta 1.580 mm y 1.740 mm, respectivamente.
En cuanto al equipamiento, todos los Octavia contarán con una pantalla de 9,2 pulgadas que da soporte a los sistemas disponibles (Columbus, Admunsen, Swing y Bolero) y la dotación (ya sea de serie o a modo de extra) puede incluir asistente de remolque, detección de ángulo muerto, CareConnect, alerta de tráfico trasero, volante calefactable, etc.
Los pedidos se abrirán a finales de año y las primeras unidades del renovado Skoda Octavia se entregarán a comienzos de 2017.
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