Otro modelo de fusión. Tata lanza el Aria, un turismo grande que reúne soluciones de varios tipos de coches para ofrecer un familiar versátil y diferente. Recoge la línea, la amplitud y las siete plazas de los monovolúmenes; y el chasis robusto, la altura al suelo y la tracción 4×4 de los todoterrenos. El conjunto destaca por su polivalencia y se vende en versiones con tracción trasera o 4×2 (19.995 euros) y 4×4 (23.960).
El Aria es junto al utilitario Vista, el segundo Tata de última generación y supone un paso adelante en imagen y calidad. Se trata de un coche sencillo y alejado de las calidades y tecnologías europeas, pero propone un tipo de modelo familiar práctico y completo a precios económicos.
Mide 4,78 metros de largo, tiene siete plazas (2+3+2) todas aptas para adultos, y añade un maletero de 214 litros si se utilizan los siete asientos que llega hasta 1.777 si solo viajan dos personas. Los Fiat Freemont y Chevrolet Captiva tienen enfoques parecidos (se venden con siete plazas y tracción 4×4), pero son más sofisticados y salen 5.000 euros más caros.
El Aria se vende con un motor 2.2 turbodiésel de 150 CV y cambio manual de seis marchas (7,2 litros de consumo y 190 g/km de CO2). La versión 4×2 incluye seis airbags, control de estabilidad, aire acondicionado, radioCD, control de velocidad y rueda de repuesto normal, entre otras cosas; la otra (4×4) añade llantas de aleación, climatizador, sensor de lluvia y faros, bluetooth, cámara trasera y navegador.
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