El nombre de Henri Fisker te suena, suponemos, porque es el dueño de una marca de automóviles eléctricos con su mismo nombre, Fisker, y cuyo modelo más conocido es el Karma. Sin embargo, también es diseñador de coches y de hecho trabajó con Aston Martin, relación que ha retomado puntualmente de cara al Concurso de Elegancia de Amelia Island 2015.
Y es que Henri ha cogido un Aston Martin Vantage V12 y le ha dado su toque para convertirlo en este flamante Thunderbolt. Ha cambiado la parrilla delantera por una más grande y ancha, también ha sustituido el paragolpes por otro específico que incorpora entradas de aire laterales y los faldones son de nuevo cuño. Tanto el pilar C como la ventanilla trasera se han rediseñado, se ha añadido un nuevo alerón trasero y las llantas lucen un nuevo diseño y son de 21 pulgadas de diámetro.
También hay novedades en el interior, destacando la enorme pantalla curva Panasonic de 11,6 pulgadas coronando la consola central, así como el reloj analógico situado entre las rejilla de ventilación o el protabotellas doble colocado entre las dos plazas traseras.
No hay mejoras mecánicas más allá de la suspensión rebajada en 15 mm.
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