¿Un coche que vuela? Si, suena a fantasía (una fantasía que lleva décadas en el imaginario colectivo, por cierto) pero parece que el tiempo para que lo veamos hecho realidad va a ser poco, de un par de años, concretamente.
Al menos ese es el margen que se da el fabricante eslovaco Aeromobil para sacar al mercado su modelo de automóvil volador, que tiene el mismo nombre. El Aeromobil lleva ya cinco años en desarrollo bajo el formato de prototipo y, actualmente, se encuentra en lo que podríamos definir como su tercera generación.
Obviamente, mirándolo, siempre queda la duda de si se puede llegar a definir como coche un vehículo así, con un diseño que parece claramente una aeronave; sin embargo, cuando pliega las alas funciona como tal así que por lo que a nosotros respecta, lo es.
En modo coche tiene una anchura de 2.240 mm y una longitud de 6.000 mm, espacio para dos pasajeros y su estructura está realizada en acero y carbono. Alcanza una velocidad máxima de 160 km/h, consume 8 l/100 km y su autonomía es de 875 km.
Cuando extiende las alas aumenta su envergadura hasta los 8.320 mm, eleva su velocidad máxima hasta más de 200 km/h, necesita ir a 130 m/h para realizar el despegue y su consumo se sitúa en 15 l/h. Puede viajar hasta 700 kilómetros de esta manera.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.