Kentucky, EE UU. Los tornados forman parte de la vida cotidiana en esta región estadounidense, pero en la segunda semana de diciembre los remolinos de viento huracanado han superado máximos históricos, produciendo incluso varias víctimas mortales a su paso.
Tras uno de ellos, aparecido el 11 de diciembre, no se registraron afortunadamente daños personales, pero sí materiales, como informa Autocosmos, un medio mejicano especializado en motor.
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La planta de ensamblaje de GM en Bowling Green, Kentucky, quedó parcialmente arrasada, y con ella hasta 120 unidades del icónico Corvette, uno de los deportivos estadounidenses más populares.
La planta produce en exclusiva el citado deportivo desde 1981. Y se ha convertido, junto con la población cercana, en un punto de referencia para los aficionados al motor y los Corvette. Cuenta, entre otras cosas, con un museo y visitas guiadas, y la fábrica emplea a 1.000 trabajadores, muchos de ellos locales.
El tornado arrancó techos y paredes, y generó nubes de cristales y madera astillada. Y, aunque en las fotografías el destrozo no parezca demasiado importante, se debe a que ya habían comenzado las tareas de desescombro y limpieza, aparte de sacar varias unidades del coche al exterior de la nave.
De hecho, la planta tuvo que detener su actividad varios días, y hasta 120 Corvette sufrieron daños, con gran cantidad de siniestros totales. La mayoría son unidades cupé, pero también hay descapotables, y correspondientes al modelo de última generación, el C8, que es el primero de la historia que tiene motor central, como los F1.
Por su mayor sofisticación de diseño y construcción frente a las entregas anteriores, el C8 también es el Corvette más caro y avanzado de la saga, que nació en 1953. En Europa cuesta un mínimo de unos 100.000 euros, con el motor menos potente de 490 CV.
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