Los deportistas profesionales, como jugadores de fútbol y baloncesto, conducen, en la mayoría de los casos, coches deportivos y todoterrenos de muy alta gama. Es habitual que los luzcan en sus redes sociales, donde causan admiración y revuelo.
El esloveno Luka Doncic, jugador de baloncesto en los Dallas Mavericks de la NBA, es uno de esos grandes aficionados al motor. Tiene una colección de más de una decena de coches increíbles y ha confirmado en entrevistas su pasión por conducir.
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A Luka Doncic le gusta coger alguno de sus coches y darse largos paseos, de horas, por carretera. A veces a altas horas de la noche, ahora en verano por zonas de costa. También suele aparecer en los partidos al volante de sus espectaculares vehículos, como un Jeep Gladiator de seis ruedas.
De hecho, en el último vídeo publicitario de Doncic en colaboración Nike, el jugador esoloveno muestra toda su habilidad al volante a la vez que escucha una canción de la cantante serbia Vera Matovi.
No obstante, el coche que ha causado revuelo en redes es el antiguo Chevrolet Camaro 1968 SS que ya tenía Doncic y que ha customizado para llevarlo a juego de las últimas zapatillas en colaboración con Jordan. Este Chevrolet está valorado en medio millón de dólares.
Las zapatillas de Doncic, inspiradas en un coche
El trabajo de personalización ha combinado el coche con los colores de las zapatillas de baloncesto, que se llaman Midnight Racer. Los tonos protagonistas son el morado y el rosa, los mismos que retoma su coche. De hecho, en su vídeo de Instagram publicado hace unas semamas, hace un guiño a las deportivas enseñando lo que parece un gran zapato antes de que este, bajo la lona, se convierta en el Chevrolet.
Las zapatillas han salido al mercado a principios de este mes de julio y el precio está en los 130 dólares (120 euros, aproximadamente, al cambio). El material de estas deportivas muestra la pasión de Luka Doncic por los coches ya que está inspirado, en parte, en la goma de los neumáticos.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.