De la misma manera que hay coches de cine perfectamente reconocibles para el espectador aficionado, cada vez son más los vehículos del mundo del videojuego que son iconos para los jugadores. El Warthog de Halo es uno de ellos, pues ha aparecido en las distintas entregas de la saga del Jefe Maestro y ahora, en vísperas del estreno del Halo: Infinite, se ha construido un modelo real del todoterreno.
Su desarrollo ha corrido a cargo de Hoonigan, el equipo del piloto Ken Block, que ha creado una réplica casi exacta del vehículo, con la salvedad de haber prescindido del puesto con la ametralladora en la parte trasera.
Más información
Dado que el Warthog no está basado en ningún coche real, han tenido que fabricarlo desde cero. Emplea un chasis tubular que cuenta con particularidades como la dirección en las cuatro ruedas, lo que mejora mucho la agilidad del coche. Y es que lejos de ser una réplica para exhibir, es un automóvil plenamente funcional.
Elementos como las enormes ruedas de 43 pulgadas, los neumáticos todoterreno, el sistema de suspensión reforzado y la gran distancia libre al suelo aseguran que pueda desenvolverse con soltura fuera del asfalto. De que tenga el empuje suficiente se encarga un motor de origen Ford de seis cilindros en V, que desarrolla 1.000 CV. Tal potencia se eligió porque Microsoft quería que el coche pudiera alcanzar los 160 km/h.
El sistema de propulsión difiere completamente del que emplea el Warthog en los videojuegos, ya que, de acuerdo al corte futurista de estos, monta un motor de 12 cilindros con inyección de hidrógeno que solo le permite llegar hasta 125 km/h.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.