Todas las marcas de automóviles apuestan por la tecnología e introducen en sus coches novedades en este campo. Sin embargo, hay ciertos elementos de un automóvil que están bien como están, y que cambiarlos puede suponer más problemas que soluciones. Es algo que han aprendido en Volkswagen, que ha tenido que aceptar que una de las decisiones más importantes tomadas en los últimos años no fue acertada.
Hace ya un tiempo que la firma alemana introdujo en sus coches una nueva solución para los volantes multifunción. En lugar de los tradicionales botones analógicos, optó por montar unos controles basados en superficies táctiles.
El movimiento tenía sentido desde el punto de vista tecnológico, pues en el sector todas las compañías estaban dando el salto a las pantallas y la botonería estaba desapareciendo poco a poco. Sin embargo, esta tendencia no ha salido como se esperaba, puesto que a nivel práctico es mucho menos cómoda e intuitiva que contar con unos botones físicos.
Son muchos los fabricantes que ya han deshecho parte del camino andado para encontrar un equilibrio entre analógico y digital, y Volkswagen ha dado también el paso en sus polémicos volantes, disculpándose además por lo que consideran un error importante.
Ha sido el consejero delegado de la compañía, Thomas Schäfer, quien ha hablado sobre el tema con la revista británica Autocar.
El error de Volkswagen
En una entrevista reciente, Schäfer ha señalado que la decisión tomada por su predecesor en lo que respecta a los interiores de la marca ha hecho mucho daño: “Teníamos clientes frustrados que no deberían sentirse frustrados. Así que hemos pasado mucho tiempo trabajando en todas las funciones que un cliente suele tocar cuando usa un vehículo”.
“Las clasificamos. ¿Cuáles son las más importantes? ¿Cuáles deben ir en los botones? ¿Cuál debe ir en la pantalla? ¿Primer nivel, segundo nivel, tercer nivel? ¿Y a dónde llega intuitivamente cuando quiere encender la luz?”, señala.
También apunta que la discusión dentro de la compañía continúa a niveles todavía más concretos: “¿Debería ser un botón? ¿Debería ser un interruptor? Y luego puedes trabajar en la estética del mismo. Cuando haces botones, es mejor hacer pocos botones, pero que sean botones realmente agradables”.
Esta nueva política se traducirá en controles más intuitivos que facilitarán su uso. El renovado Volkswagen Tiguan ya incorpora algunas de estas mejoras, pero será a partir del ID.2 cuando los nuevos modelos integren el nuevo enfoque de manera completa.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.