Ya ha llegado el pequeño de la familia, se ha hecho esperar pero Volvo por fin tiene una alternativa para competir en el concurrido segmento de los SUV compactos. Y el XC40 no es un mini XC60, se trata de un modelo con carácter propio que estrena plataforma modular (que más adelante emplearán otros Volvo) y abre la puerta a otras motorizaciones.
Solo con el primer vistazo queda claro que al lenguaje de diseño de la marca le sienta bien este formato compacto. El frontal se percibe muy limpio con la parrilla en negro como elemento central, secundada por los faros con la firma lumínica en forma de T y por un paragolpes que aloja los antiniebla y deja toda su zona central a una gran entrada de aire. Toda su silueta combina líneas rectas que le confieren una imagen despejada, las protecciones de plástico inferiores no enturbian el conjunto, se ha optado por el techo en color diferente y en la zaga los pilotos e orientación vertical perfilan el gran portón.
Además, aunque todavía no se ha definido que significará cada una a nivel de equipamiento, el todocamino se comercializará en tres líneas de carácter bien diferenciado. La denominada Inscription apuesta por una imagen elegante en la que abundan los cromados, la Momentum por la personalización y la R-Design por la deportividad con, entre otros elementos, llantas de hasta 21 pulgadas y un kit de carrocería específico.
Con una longitud de 4.425 milímetros y una distancia entre ejes de 2.702 mm está en la media del segmento, ofrece capacidad para cinco ocupantes y su maletero cubica 460 litros. El fabricante declara que, además, contará con multitud de huecos portaobjetos repartidos por todo el habitáculo. Tras el volante se encuentra un cuadro de instrumentos 100% digital de 12,3 pulgadas, mientras que la consola central está formada por una pantalla táctil de nueve. El sistema de infoentretenimiento será compatible con Apple CarPlay y Android Auto, pero lo que se lleva la palma en gadgets tecnológicos es el Care by Volvo. Esto, que en primera instancia es un rénting que permitirá al conductor estrenar coche cada 24 meses por una cuota fija mensual, incluirá además una además un app integrada de ‘car sharing’ para que el dueño pueda compartir su coche con amigos y familiares.
Como la marca ya adelantó, llega cargado de asistentes de conducción y tecnología de seguridad: cámara de visión de 360 grados, detección de peatones y ciclistas, alerta de tráfico cruzado y Pilot Assist, un sistema de conducción semiautónoma que maneja acelerador, freno y dirección hasta a velocidades de 130 km/h.
Cuando llegue al mercado a finales de año (aunque ya se pueden realizar pedidos) se comercializará con dos mecánicas, el diesel D4 de 190 CV y el gasolina T5 de 250 CV, ambos con caja de cambios automática. Su precio será de 42.220 y 47.257 euros, respectivamente, pero más adelante se sumarán a la oferta tanto una versión híbrida como una 100% eléctrica.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.