Tiembla X-Bow. Bueno, en realidad no. Bastante va a costar que el biplaza de KTM tenga miedo a cualquier otro coche (quizá el Airel Atom…), pero podrá ver en la nueva creación de Yamaha una suerte de hermano pequeño. La marca japonesa ha aprovechado el Salón de Tokio para dar el salto a los automóviles, y de qué manera: el Yamaha Sports Ride Concept es una maravilla.
Y vale, sabemos que no es la primera incursión del fabricante en el mundo de las cuatro ruedas, pero dejemos al Motiv.e como una excepción.
Lo que la marca del diapasón ha creado aquí es un, por el momento, prototipo de deportivo biplaza, compacto, de peso ligero y propulsado por un motor que, si bien es desconocido, apunta a no ser un prodigio de potencia. ¿Os suena la descripción? Es algo que ya prometió Toyota/Subaru con los GT86/BRZ, el primero con su FR-S o Mazda con su Miata.
Tiene una longitud de 3.900 mm, una anchura de 1.720 mm y una altura de 1.170 mm. Además, gracias al empleo del carbono pesa sólo 750 kg. Y el uso de la fibra es abundante, desde los paneles de la carrocería hasta lo más importante: su chasis, denominado iStream, que mejora la rigidez y la resistencia a la vez que rebaja kilos.
El objetivo, según la propia Yamaha, es crear un deportivo que ofrezca las mismas sensaciones de conducción de una motocicleta. Y es que la herencia motorista de la firma queda clara en el espectacular diseño del modelo. Combina formas afiladas y orgánicas, hay trazas que recuerdan a rasgos de sus deportivas R6 y R1, y hasta encontramos ciertas reminiscencias a Pagani (quizá por los retrovisores, el color de la carrocería…).
Falta, sin embargo, conocer la guinda del pastel: su motor. No hay ningún dato al respecto, pero los rumores no se han hecho esperar y apunta a bloque 1.0 tricilíndrico, que podría desarrollar 80 CV, como el ya mencionado Motiv.e.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.