Todavía está en forma de proyecto, no hay imágenes reales del modelo y ni siquiera tiene fecha oficial de salida, pero Tecnicar apunta alto con su Lavinia: ser el primer superdepotivo italiano totalmente eléctrico.
La parte de las raíces italianas se la han tomado muy en serio en la marca, y es que echando un vistazo rápido a su carrocería es fácil reconocer la inspiración (en algunos casos huele casia copia) en otros fabricantes del país. Así, los grupos ópticos delanteros y el conjunto que hacen con los pasos de rueda y los retrovisores recuerdan a un Pagani Zonda, mientras que la zaga parece gritar “Ferrari” a pleno pulmón. Yendo más allá y saliendo de la Península Itálica, el logo parece un calco de Porsche y en la vista lateral, desde el pilar A hasta la zaga tiene cierto aire a un Corvette.
Orígenes estéticos a un lado, Tecnicar no ha revelado mucho sobre su parte técnica. Ha confirmado que tendrá una potencia total de 800 CV, que su tiempo de aceleración en el 0-100 será de 3,5 segundos y que su velocidad máxima será de 300 km/h. Como modelo 100% eléctrico no tendrá emisiones y su autonomía con una carga completa rondará los 300 km.
La compañía ya tiene experiencia en el desarrollo de vehículos eléctricos como barcos, pequeños trenes e incluso un micro-coche, el Genius.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.