Uno de los aspectos que más reticencias genera respecto a los coches eléctricos es el de la recarga. Cada vez son más rápidas, pero a la gente le preocupa que no llegan a la velocidad de rellenar un depósito. La industria sigue mejorando en este campo, pero mucha gente no está preparada para dar el paso y se pregunta si es posible crear un coche eléctrico sin enchufe.
La respuesta es que sí, pero se trata de tecnologías alternativas que, al menos por el momento, no están generalizadas.
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Baterías intercambiables
Una opción para no tener que cargar coches eléctricos es directamente que cambien su batería gastada por otra que este cargada. El problema es que hoy por hoy la única marca que ha apostado en serio por esta tecnología es firma china NIO.
Ha desarrollado la Power Swap Station, una estación de intercambio de baterías con un sistema automatizado que cambia una gastada por otra cargada. En China la red tiene más de 3.500 estaciones.
Recarga por inducción
Sin cables: basta con colocar el coche encima de plataformas y que se lleve a cabo una recarga por inducción. Es más práctico que la utilización de cables, pero cuenta con desventajas como son una menor velocidad de recarga y una pérdida de eficiencia durante el proceso.
A gran escala, se plantea la posibilidad de crear carreteras que recarguen los coches mientras estos circulan por ellas, pero el coste de su infraestructura es altísimo.
Coches solares
La energía solar se usa en nuestro día a adía, pero en los coches, aunque se ha explorado la posibilidad, todavía no ha dado muy buenos resultados. Actualmente el único proyecto de este tipo que hay es el Aptera, cubierto de células solares para recuperar energía simplemente con la luz de sol.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.